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martes, 11 de marzo de 2014

El look de los niños preinformáticos. (II) El peinado.





Los niños preinformáticos nacían con flequillo, bueno no era realmente así pero igual que echaban a andar y les salían los dientes, su adulta preinformática se afanaba en domar algún rebelde y natural remolino hasta conseguir llevar el pelo igualado y pegado al cráneo igual que si le hubiese lamido una vaca.
Normalmente, en el devenir del día y coincidiendo con dos hechos totalmente diferentes y antagónicos, volvían a aparecer los remolinos, estos dos hechos eran los juegos en el patio del colegio, momento de máxima actividad que le producían incluso sudores al niño preinformático y como consecuencia final la aparición de remolinos.
El otro hecho totalmente opuesto y exento de toda actividad física, era soportar bien antes o bien después del recreo las aburridas clases del colegio y la charla de su profesor, para lo cual el niño preinformático tenía que sujetarse la cabeza con una mano apoyando el codo en la mesa o pupitre y echando el cuerpo hacia delante con una postura serpenteada que no hacia nada bien a su joven espalda, en esta postura los dedos de la mano penetraban entre el cabello, haciendo aflorar también los remolinos.

Por último otra situación en la que también aparecían los indomables remolinos, era la de total reposo en la noche en la cama, pero el reposo no debía ser total y fruto de la pelea con la almohada, también surgían los remolinos, estos si cabe los más indomables de todos.

Coincidiendo normalmente con la primera comunión, día en el que numerosos niños preinformáticos se vestían de ridículos marineritos y las niñas por cierto de bellísimas princesas, se producía un cambio importante en el look del niño, abandonando el flequillo para peinarse a raya, la adulta preinformática cogía por la barbilla la cabeza del niño y después de peinar su cabello con el familiar flequillo tomaba la punta del peine y hacia un surco en el cabello como si de un arado tirado por bueyes se tratase y echaba 2/3 del cabello para un lado y 1/3 para otro quedando una línea blanca de piel que confirmaba que el surco no se había hecho en una huerta de tierra. Este peinado todavía era más proclive a los remolinos que flequillo.


Otro posible look más modernito en aquellos años era llevar el pelo a lo beatle, como los músicos de Liverpool, con una corta melenita que parecía recortada después de haberse puesto un tazón en la cabeza el niño, un ejemplo de esto era el popular niño de los anuncios de la gaseosa la casera de entonces, con el que casualmente coincidí en un campamento de verano el año 71 en Tarragona, este niño además tenía la melena rubia, color totalmente singular.


Hablando de la longitud del cabello, esta podía ir desde la modernita melenita a un cabello abundante o lo que en mi caso se empeñaba mi padre en hacernos a mi hermano y a mi con la excusa de que el pelo creciese fuerte, nos lo cortaba tanto que cuando te pasabas la mano a contrapelo por la nuca, el pelo pinchaba, el sigue convencido de que gracias a eso mi hermano y yo que hemos cruzado los dos los 45 no somos calvos, pero viéndole a el que con 81 años mantiene todo el pelo, no cabe la menor duda que el tema es genético.
La consecuencia inmediata de estos cortes de pelo era peleas en el colegio cuando algún niño te llamaba pelón o te daba una colleja, en cuantas ocasiones termine en el suelo peleando con otro niño preinformático por esta razón.
El colmo de esta obsesión de mi padre por cortarnos el pelo se debió producir cuando yo tenía cuatro años y mi hermano dos, nos corto el pelo al cero en el verano para que estuviésemos fresquitos, siendo el hazmereir en todas las tiendas a las que acompañábamos a mi madre, menos mal que no había ido todavía al colegio porque hubiese tenido el combate del siglo.

 A mediados de los 70 coincidiendo con la crisis económica iniciada en el 73 por la subida del precio del petroleo, era frecuente como en todas las épocas de crisis ver a los adultos con el pelo más largo, el paradigma de esto era un futbolista del Atlético de Madrid,




el ratón Ayala, jugador argentino que tenía una femenina melena negra hasta la cintura que cimbreaba al hacer los regates al contrario y un machote bigote negro en el rostro, que hacía en aquella época que en algunos casos al ver una persona de espaldas no supieses si era hombre o mujer, ya que también la moda en la ropa era bastante unisex y no ayudaba a distinguir hombres de mujeres.




Volviendo al niño preinformático, al acercarse a la adolescencia se producía otro nuevo cambio en su peinado, este ya por decisión personal, era peinarse hacia atrás como un hombrecito imitando a Elvis Presley o posteriormente a John Travolta, y a la espera del nacimiento de la barba y el bigote para iniciar los esporádicos iniciales afeitados.


Lamentablemente de las coletas, trenzas y colas de caballo tampoco os puedo hablar , como siempre requeriría la colaboración de una niña preinformática para hablar de estos temas tan ligados al genero. Solo Asterix y Obelix nos podrían hablar de esta experiencia pero tampoco eran niños preinformáticos.

El look de los niños preinformáticos (I).La moda.


Estamos a finales de los 60, es un día de un semana cualquiera, son las 8 de la mañana y una adulta preinformática llama a su pequeño hijo, el niño preinformático, para que se levante, ¡ Hay que ir al cole!

Después de pasar por el baño, para aliviarse de toda la noche y asearse, empieza el ritual de vestirse su individual uniforme de niño preinformático, porque el va a un colegio nacional ( el nombre de los colegios públicos en esos años), su primo que va a uno privado tiene un uniforme colectivo.

En cualquier caso los dos uniformes son sensiblemente parecidos, empieza el ritual como si de un torero que va salir a laplaza se tratará, lo primero es enfundarse su camiseta de tiras, como si fuese un jugador de baloncesto o un currante en la obra en verano, después sus gallumbos blancos, más adelante su adulta preinfomática le comprara camisetas y calzoncillos en colores azul y amarillo pálido, a continuación la camisa, el jersey y el pantalón de tergal, y el primo que va al colegio privado, una ridícula corbatita con el nudo hecho y una goma elástica para colocársela como si fuese un babero.

Estamos todavía en invierno, pero por si hace buen día y puede salir al recreo, el niño preinformático mete en los bolsillos de su pantalón de tergal la peonza, las canicas o las chapas , los útiles de los que os hable en el primer capítulo de esta historia.

El niño preinformático se pone su anorak y sus botas catiuscas , coge su cartera y sale de casa camino del colegio. Si, sus botas catiuscas, el niño preinformático vive en Carabanchel, un barrio de Madrid, y a finales de los 60 hay muchas calles sin asfaltar y sin aceras, todavía son de tierra, la noche anterior ha llovido y el niño preinformático se tiene que meter en los primeros charcos de su vida, y estos son reales, no figurados como los que tendrá que atravesar cuando se haga adulto.

Ha llegado la primavera y el niño preinformático cambia su pantalón de tergal largo por la versión corta, que algún compañero de clase ha aguantado todo el invierno sufriendo el azote de los granos de arena en sus piernas los días de viento y la mofa de sus compañeros que le consideran infantil, estado al que vuelven ellos con este inicio de primavera.


Los bolsillos de estos pantalones cortos siguen siendo ocupados por la peonza, las canicas o las chapas, pero se han sustituido las catiuscas por las Tortolas , también conocidas como playeras o el pretencioso y burlón nombre de Adidas Tortola, y que son estas playeras, pues unas alpargatas venidas a más, tienen cordones, suela de goma con dos rayas rojas pintadas en el canto de la suela y dos agujeros con pequeñas arandelas metálicas para que respire el pie. Son en resumen las prehistóricas zapatillas de deporte, muy útiles si algún compañero se ha llevado un balón y se echa un partido en el patio.

Para echar el partido antes tienen que echar a pies los dos capitanes como si de un duelo del romanticismo se tratase, se ponen los dos capitanes, uno frente al otro y se van acercando en línea recta dando un paso por turnos cada uno, cuando queda un espacio menor de un pie entre los dos, al que le toca dice monta y cabe y haciendo una marca en el suelo con el pie termina el duelo y empieza a elegir el primer jugador para su equipo.

Volviendo a la moda, voy a repasar algunas prendas singulares que con los años iría vistiendo el resto de su infancia y adolescencia el niño preinformático.


El primero es la parca tipo Kung-Fu, de piel vuelta y forro interior de borrego imitando la lana de los idem, con enganches formados por inmensos botones en forma de dos troncos de cono de madera unidos por su base, esta prenda sustituiría al anorak, y junto con la mochila bandolera que sustituye a la cartera, le da al niño preinformático un aspecto similar a David Carradine, el popular pequeño saltamontes en la mencionada serie de televisión de aquellos años.

Otra sustitución que se produciría es la de los pantalones de tergal por los vaqueros o Jeans, de marcas muy diversas, la nacional y económica Lois, las más internacionales Lee y Wangler o la made in USA y clásica Levis Strauss.

 
Acompañando a los vaqueros estaban las cazadoras vaqueras sobre nikis de cuello vuelto, y en los pies las zapatillas de deporte Yumas Galaxia , blancas con tres rayas naranja fosforitas que se ven en la oscuridad o si es invierno las insufribles botas camperas.

Y para no pasar frío la coreana comprada en El Corte Inglés con la que parecías Admusen o Scott en la conquista del polo.

¡Como molábanos! Pero íbamos más uniformados que los chinos de la China de Mao Tse Tung.

Como en otras ocasiones de las faldas y los leotardos nos tendrían que hablar las niñas, ya que respecto a las faldas ni tengo nacionalidad escocesa ni creo que me la den nunca, y en cuanto a los leotardos solo los he usado una vez en mi vida, y me los presto mi suegra, para hacerme un disfraz de marciano.



Los indios y los vaqueros, las joyas de los niños preinformáticos.



En el capítulo anterior os presente la historia de los niños preinformáticos y os hable de sus útiles habituales la peonza, las canicas y las chapas, pero todos estos eran los útiles de la temporada de verano.

En la temporada de invierno, cuando las inclemencias del tiempo no permitían el esparcimiento de los niños preinformáticos en plena naturaleza, estos quedaban en sus madrigueras ante la desesperación sobretodo de las adultas preinformáticas.

Pero los niños preinformáticos tenían mucha imaginación y solían tener guardados en un tambor de detergente que le había proporcionado su adulta preinformática, los indios y los vaqueros.





Qué eran los indios y los vaqueros, pues voy a intentar definirlo, eran unas figuritas de plástico pequeñas de cuatro o cinco dedos de altura, que recibían los niños preinformáticos como recompensa, por ejemplo, de buen comportamiento y no organizar peleas con el resto de miembros de la camada o de camadas vecinas.

Y donde los conseguían, pues en un lugar de devoción de los niños preinformáticos que existía en los mercados, que era donde las adultas preinformáticas conseguían los alimentos de las familias preinformáticas.

Estos mercados estaban divididos en puestos que vendían provisiones de distintas clases y había un puesto, el lugar de culto de los niños preinformáticos, delante del cual se producía la parálisis en el niño preinformático a su paso por él, se trataba de la droguería o cacharrería, entre multitud de jabones, estropajos, escobas y barreños había delante del droguero colocados con insinuante perfección indios, vaqueros y sus caballos.

Entonces, después de la parálisis inicial producida por aquella visión , el niño preinformático establecía su estrategia de caza, consistía inicialmente en un acercamiento a su adulta preinformática a la que la tiraba de la ropa para reclamar su atención a la vez que le decía ¿me lo compras? ¡Me he portado bien! Dependiendo de la reacción ese día de su adulta preinformática, el niño preinformático insistía hasta conseguir su botín o desistía hasta una nueva mejor ocasión.

Debía tener mucho cuidado al interpretar las reacciones de su adulta preinformática porque un error podía no solo costarle el fracaso de la cacería, sino lo que era aún peor ganarse un botín no esperado y menos deseado denominado cachete , que era el cachete, pues tanbien voy a tratar de definirlo, consistía en un movimiento brusco de la mano de la adulta preinfomática que se encontraba con la cara del niño preinformático, la intensidad de este encuentro era variable, podía ir desde quedar señalados los dedos de la adulta preinformática en la cara del niño hasta producir simplemente un daño más moral que físico.

De todas formas los niños preinformáticos tenían cierta habilidad en la cintura para mediante un pequeño juego de está, imitando a unos adultos preinformáticos que tenían la profesión de boxeadores, esquivar el citado cachete.

También los niños preinformáticos más mayores y experimentados, intuían la situación y antes de que se produjese se retiraban unos cuantos metros.

Y cuando todo salía bien que pasaba, pues cuando la adulta preinformática accedía a la petición del niño preinformático, este apoyaba las manos y la barbilla en el mostrador del puesto y tomaba la difícil decisión de elegir el indio o el vaquero que quería, una vez elegido el tendero se lo entregaba a cambio de una o dos pesetas que sacaba la adulta preinformática de su bolsillo.

En algunas ocasiones la decisión no era difícil puesto que el muñequito elegido estaba decidido muchos días antes, después de haberlo visto en repetidas ocasiones, a veces también se producía una sensación de frustración cuando llegado el día de la cacería, el muñeco había desaparecido por haber sido botín de otro niño preinformático que se había adelantado.





Y una vez llegado a la madriguera que hacia el niño preinformático con el botín, pues normalmente se iniciaba con un ritual que incluía el bautizo, con nombres tomados de películas y series en blanco y negro que el niño preinformático veía en la televisión, así lo vaqueros se podían llamar Virginiano, su amigo Trampas. Manolito Montoya, el gran chaparral,…..o simplemente Joe, Billy, Willy, James o Jimmy y si eran indios Jerónimo o Toro sentado por ejemplo, y si eran caballos la estrella era Furia y si eran perros Rin tin tin y Lassie.





También había invitados oriundos como los caballeros blancos de Ajax o incluso las muñecas de las hermanas preinformáticas, estas muñecas eran imitaciones de personas a una escala muy reducida pero mucho mayor en tamaño que los indios y los vaqueros , por lo cual eran ideales para jugar a Gulliver y los liliputienses, historia que los niños preinformáticos veian todas las navidades en la televisión de la época.



Volviendo a nuestros protagonistas, después del bautizo pasaban a ocupar su lugar en el fuerte, recinto generalmente cuadrado, en la mayoría de los casos con cantina, oficina del sheriff y store que con los años descubriría el niño preinformático que era la tienda, en el fuerte se quedaban los vaqueros y fuera quedaban los indios con la misión de atacar el fuerte que también tenía nombre, era frecuente fort apache, fort west y Bonanza, como el rancho de una popular serie de televisión.

A veces la imaginación del niño preinformático hacia que con pinzas de madera de sujetar la ropa su adulta preinformática, construyera un establo para los caballos, un pueblo o un campamento para los indios.

También tenía la opción de tumbar una antigua silla de mimbre y entre los torneados barrotes de madera del respaldo organizar un campamento.

Algunos niños preinformáticos jugaban en las escaleras de los edificios, organizando poblados en cada planta y haciendo las correspondientes conquistas en las plantas de los demás.

Así es como usaban sus queridas joyas los niños preinformáticos.



La peonza, las canicas y las chapas, o la historia de los niños preinformáticos.(La historia que describe con ironia los juegos de los niños que no conocieron las videoconsolas)


Los niños preinformáticos era una subespecie humana que se extinguió a finales del siglo XX, los individuos de esta subespecie evolucionaban de forma natural con el paso de los años, para pasar a formar parte de la subespecie de los adultos preinformáticos, dejando de utilizar sus utensilios habituales, la peonza , las canicas y las chapas los machos y la cuerda de saltar y la goma las hembras.

Pero a finales del siglo XX los últimos niños preinformáticos tuvieron que evolucionar para incorporarse a una nueva subespecie que estaba surgiendo fruto de la evolución, los adultos informáticos, para algunos fue difícil el cambio y como siempre en la naturaleza triunfo el mas fuerte.

Las habilidades adquiridas con sus peonzas, canicas y chapas de nada les sirvieron en este nuevo escenario natural.

De todas formas y como ejercicio antropológico os voy a hablar de aquellas herramientas de los niños preinformáticos.



Cuando llegaba el mes de Abril coincidiendo con la eclosión de la primavera y de un fenómeno protagonizado por miembros de la subespecie de adultos, y conocido como vuelta ciclista a España, los niños preinformáticos se afanaban en la recolección de las chapas , elemento metálico que tapaba las botellas de vidrio de todo tipo de bebidas, y que hacían con estas chapas , pues carreras imitando la vuelta ciclista a España, para lo cual los niños preinformáticos se distribuían en grupos donde normalmente el líder o su segundo utilizando las palmas de las manos empujaba la arena del suelo natural que existía en aquella época y con su mejor saber trazaba un circuito donde se desarrollaba la carrera, la pista debía estar lo mas limpia posible limitada en los laterales por el montón de arena que había desplazado el líder con las palmas de sus manos.



Todas las chapas no eran iguales, las mejores eran las de Cinzano, eran mas pequeñas y tenían una superficie mas plana que deslizaba mejor en terreno llano, pero para tomar curvas eran mejor las chapas del tipo mahou, que se podían coger con tres dedos, dos por fuera y uno por dentro para colocándolas en forma vertical conseguir que diesen curvas de 180 grados con solo una baza.
A veces las chapas llevaban en su interior la foto de algún adulto preinformático que tuviese la profesión de ciclista.

También eran utilizadas para, pintando un campo de futbol en el suelo jugar 11 chapas contra 11 chapas, y competir en emocionantes partidos de futbol utilizando un garbanzo como balón y unas pinzas de la ropa como porterias.

Todo esto lo sé, no lo puedo ocultar, porque yo fui uno de los últimos niños preinformáticos, mi padre que también lo fue pero evoluciono posteriormente a adulto preinformático me contaba que los niños preinformáticos de su época incluso forraban las chapas con tela de sabanas viejas y pintaban los colores de los equipos en las telas, y a los porteros les echaban cera de una vela para que pesasen mas.

Cuando empezaba el mes de mayo empezaban a desaparecer las chapas y aparecían la canicas y con ellas los guas, orificio practicado en el terreno por el líder del grupo a modo de cuenco, conocido por gua u hoyo, cada miembro del grupo debía golpear lanzando habilidosamente su canica a la de un contrario, la canica era una pequeña esfera de alrededor de un cm de diámetro de vidrio o de nácar, y en tiempos de mi padre de piedra, después de golpear la canica contraria había que volver a meter la propia en el gua. Algunos lideres tenían la habilidad de hacer estallar las canicas del contrario, dando un impacto magistral ¡Por eso eran lideres!



También coexistía en esa época del año con las canicas , la peonza y el peón, la primera mayor que el segundo y con mas curvas , mas femenina, los dos con cuerpo de madera y una punta metálica , normalmente pintadas a gusto del propietario, la mía estaba “vestida” del Atlético de Madrid , se les enrollaba un cordón largo que tenia en su extremo una moneda con agujero , la de dos reales o 50 céntimos en mi época , y se lanzaba al suelo el peón para hacerle bailar y girar , en ocasiones el juego consistía en al lanzar, sacar a las demás peonzas de un circulo , estas ultimas podían estar bailando o paradas, y aquí también los lideres tenían la habilidad de partir en dos las peonzas contrarias produciendo el lloro como reacción del dueño de la peonza dividida.




Así es como utilizaban los niños preinformáticos sus útiles , las niñas también utilizaban la cuerda de saltar , la goma y unas muñecas que pintaban con piedra de yeso o tiza en el suelo , en los tres casos saltaban y saltaban profiriendo cánticos y hechizos de los cuales eran conocedoras, Algunos niños jugaban también con las niñas, pero en mi caso cuando dejaba los útiles que os he descrito cogía el balón , útil que si paso a las siguientes subespecies de niños informáticos , pero de las niñas no os puedo contar mas , habrá que preguntarlas a ellas.

domingo, 9 de marzo de 2014

De la utópica Universidad a la virtual realidad.(El paso final deseado y a la vez temido por todos los estudiantes universitarios)

Para todos los estudiantes universitarios el instante en el que conocen  la última nota que les convierte en licenciados es  un momento mágico que difícilmente se puede olvidar en la vida, debido a las veces que se ha anhelado y soñado con él.

Pero para los más afortunados, aquellos que consiguen una rápida inserción en el mundo laboral se abre un abismo que hay que cruzar haciendo malabarismos cual Indiana Jones, es el abismo que separa la utópica universidad de la virtual realidad.

Soy consciente de que muchos profesionales de la docencia universitaria se afanan en minimizar la distancia entre las orillas de este abismo, pero luchan contra dos imponderables que solo se dan en la virtual realidad, la responsabilidad del solo ante el peligro y la existencia del dinero y los cambios que en el flujos económicos que le rodean  pueden tener  las decisiones del recién licenciado.

Traduciéndolo, el recién licenciado tiene en sus primeras actuaciones en el mundo real tan poca experiencia de él, que debe medir los movimientos con prudencia para no estrellarse y producir algún desastre económico.

Y cuál es el mejor consejo que se le puede dar  a este recién licenciado, pues que escuche, observe y aprenda, de todos independientemente de su posición jerárquica y de su formación.

Si la universidad nos tuvo que dar algo, más que las materias que aprendimos, debió darnos la capacidad de análisis y el sentido común para seguir aprendiendo.

Después de esta larga introducción voy a relatar mi experiencia personal, en la carrera que yo estudie prácticamente cualquier cosa tenía una explicación con una ecuación diferencial, y las herramientas habituales eran las derivadas y las integrales, las reinas de la ingeniería.

Pero el día que empecé a trabajar tuve que aparcarlas por completo, me destinaron como ayudante del jefe de obra a la rehabilitación de un palacio para una sede de un organismo oficial en Valencia.

El primer contacto no tuvo nada que ver con sentarse en los pupitres de un aula universitaria, sino mas bien con el circo , se trataba de un edificio aparentemente en ruinas desde fuera , que tenia 7 plantas, y estaban hechas de forma laberíntica debido a las decisiones del Arquitecto director de las obras, faltando algunas, por lo que dado de que no existían escaleras en la obra, ya que  era lo último que se tenía que ejecutar , se subía por escaleras de mano , que en algunos casos tenían 5m , la altura de dos plantas pues faltaba la intermedia.

En ese ambiente un tanto hostil para un recién licenciado, ese primer día se me acerco un encofrador murciano y me dijo “ Yo soy Antonio, ….Antonio El Salao”  y realmente los dos años siguientes durante los cuales tuve relación con el pude comprobar que el apodo que le habían puesto en el pueblo era totalmente indicado.

Cuando le dije que era madrileño,  rápidamente me dijo que él había estado trabajando en Madrid y me dijo el nombre del que fue su jefe para ver si lo conocía, ya que era también ingeniero, lo que no se imaginaba El Salao es que en Madrid debía haber entonces varios miles de ingenieros trabajando en edificación.

Después del Salao , vinieron otros muchos peones, oficiales, capataces , encargados, aparejadores, ingenieros y arquitectos, a todos los escuche , desde el primero al último, y de todos trate de aprender y creo que lo conseguí.

El misterioso amigo Proctor.(La explicación de porque estan fisurados los pavimentos y los muros de algunas urbanizaciones)



En los últimos años, en las urbanizaciones privadas de promociones de viviendas de nueva construcción, nos encontramos con cierta frecuencia, paseos hundidos, vallas partidas, pavimento fisurados y patologías similares relacionadas con una falta de compactación del terreno, estas incidencias acaban en muchas ocasiones en demandas de las comunidades de propietarios.

¿ Porqué ocurre esto? Porque la urbanización se ejecuta al final, cuando todo son prisas y ello se une a la poca trascendencia que los técnicos de edificación dan a un concepto que es propio del mundo de la obra civil, de donde se ha importado la misteriosa frase “hay que compactar al 98% del proctor “.

Cuando hemos estado en la playa con nuestros hijos o nosotros mismos cuando éramos niños, hemos llenado un cubito con arena seca, le hemos dado golpes (energía) y hemos comprobado como disminuía el volumen ocupado por la arena del cubo.
En esto se basa todo el misterio del amigo Proctor, ese de quien todos hablan y casi nadie conoce. Cuando vamos a compactar un terreno, llevamos unos sacos del material de ese suelo al laboratorio y en una especie de mortero echamos una parte, pesándola previamente, le damos golpes con una maza y volvemos a rellenar repitiendo la operación hasta completar el volumen del mortero ( hacemos dos tongadas).

El peso del material que hemos compactado dividido por el volumen del mortero, nos da la densidad máxima que hemos de conseguir en la obra para que no haya disminución  de volumen con el tiempo, y que debido a las lluvias se produzcan los asientos naturales que son la causa de las patologías mencionadas al principio.

El segundo misterio del amigo proctor es la “humedad óptima “.
Para una buena compactación el terreno no puede estar seco, entonces no se amasa, ni muy húmedo, ya que aparecen los “ blandones” espectaculares de ver cuando un camión o una máquina pasa por encima de ellos moviendo el terreno como si fuese una ola del mar. Y es realmente una ola ya que la estructura microscópica de la arcilla es muy pequeña comparada con el tamaño de la molécula del agua y esta es como el pez que está capturado dentro de la red.
Para que desaparezca el blandón hay que romper la red para que escape el pez, por eso la solución es arar el terreno para romper la estructura de la arcilla y que se evapore el agua. Esto es lo que se llama “ escarificar y orear”.

 La compactación hay que hacerla en tongadas (capas de 30 cm ), suministrando la energía necesaria y comprobando que la densidad es la obtenida en el laboratorio, dan miedo las respuestas a la pregunta ¿Habéis compactado? Del tipo “ Si; lo hemos pisado”, llevan asociadas futuras patologías por disminución de volumen.

Cada suelo tiene una densidad máxima y una humedad optima diferente, función de los porcentajes de arcilla y de arena, y del tamaño de los granos (granulometría).

Espero que después de estas notas conozcamos un poco más el misterio del amigo proctor, le respetemos. Y le tengamos en cuenta para evitar las sorpresas desagradables que siempre terminan apareciendo cuando se hace una mala compactación

Pi y amigos.(Números con nombre y hasta con apellidos)


En las matemáticas, en la física y en la química hay algunos números que tienen nombre y que alguna vez nos los pueden haber presentado.
Hoy voy a repasar la “personalidad” de alguno de esos números.

El primero y quizás el mas viejo y famoso sea Pi= 3,1415926…., pero 3,14 para los amigos y conocidos, de donde sale este número, pues es muy simple y a la vez mágico, de dividir la longitud del perímetro de cualquier circunferencia entre la longitud de su diámetro, siempre da lo mismo 3,14 veces. Ya les sorprendió a los filósofos de la  escuela Pitagórica hace más de 2000 años.

El siguiente, que unos recordéis con nostalgia y otros no querréis ni oír hablar de el, depende de cómo os fuese en las matemáticas del bachillerato. Es el numero e=2,71828182…., también conocido como numero de Euler y es el valor que adquiere en el infinito la serie (1+ 1/n)^n, traduciéndolo, si vamos calculando (1+  ½) elevado al cuadrado, (1+1/3) elevado al cubo , (1+1/4) elevado a la 4 y así sucesivamente, llegaríamos a acercarnos al valor  2,7182….. que es el límite  de esta sucesión cuando tendemos a infinito. Aparece en muchos temas de ciencia ya que es la base de los logaritmos neperianos, que aparecen en multitud de formulaciones.

Otro personaje pero que ya tiene apellidos es g= 9,81 m/s2, cuyo diminutivo familiar es 9,8. en los apellidos esta la explicación de su significado , g es el valor de la aceleración en la tierra de un cuerpo en caída libre, es decir, un cuerpo en caída libre aumenta su velocidad cada segundo , 9,8 m/s , pero la velocidad que puede alcanzar  un cuerpo tiene un limite dependiendo de la viscosidad del fluido en el que esta cayendo, en el aire la viscosidad es prácticamente despreciable, pero en un bote de gel de baño si tirais una bolita de plomo , veréis lo lentamente que baja la bolita, como le frena la viscosidad a la aceleración de la gravedad.

Ahora viene un numero grandisimo, el numero de Avogadro  N=6,022x10^23,
1millon es 10^6, un billón es10^12, un trillón es 10^18, así que el numero de Avogadro es 602.200 trillones, ¿trillones de que? Pues de partículas, porque el número de Avogadro es el número de moléculas que tiene un mol de cualquier sustancia química, una docena son 12, esta muy claro, pues los químicos en vez de contar por docenas cuentan por moles, y cada mol tiene 602200 trillones de lo que sea, como una docena tiene 12 de lo que sea.

Los amigos de Pi son muchos mas pero son menos conocidos, creo que recordando a estos ya hemos hecho trabajar la memoria.

jueves, 6 de marzo de 2014

El camarote de los Hermanos Marx.(Un homenaje a esos tres genios)


Quizás la escena más famosa de este trío de cómicos, perteneciente a la película Una noche en la Opera.

Se acaba de montar en un trasatlántico Groucho con una compañía de opera que va hacia Europa y se dirige cantando montado en su baúl que conduce un mozo del barco en un carrito.

Llegan delante del camarote .

Groucho: Este no puede ser mi camarote.
Mozo: Si, es su camarote, el nº58.

Groucho: Es un número muy grande para un camarote tan pequeño.

El mozo trata de meter el baúl dentro del camarote con alguna dificultad


Groucho: ¿No le sería más fácil meter el camarote dentro del baúl?

Entra dentro del minúsculo camarote, cierra la puerta, abre el baúl y se lleva la sorpresa de que dentro están Chico, Harpo  y el galan-tenor coprotagonista.

Tras una absurda conversación salpicada de inteligentes gags sale al pasillo Groucho a  buscar al camarero.

Groucho: ¡Camarero!
Camarero: Si señor.
Groucho: ¿Qué tiene para cenar?
Camarero: De todo señor, tiene jugo de zanahoria, jugo de naranja, jugo de piña, jugo de uva…
Groucho: Traiga uno de cada, le sacaremos el jugo a la Compañía…Traiga también dos huevos fritos, dos huevos revueltos, dos huevos pasados por agua y dos en tortilla.
Chico (desde dentro del camarote): Y también dos huevos duros.
Harpo hace sonar su bocina una vez.
Groucho: En lugar de dos ponga tres…y bistecs, uno crudo, uno hecho, otro más hecho y otro quemado.
Chico: Y también dos huevos duros.
Harpo hace sonar su bocina.
Groucho: En lugar de dos ponga tres…y ocho pastelillos franceses.
Chico: Y también dos huevos duros.
Harpo hace sonar su bocina
Goucho: En lugar de dos ponga tres.
Harpo vuelve a hacer sonar su bocina.
Groucho: Uno de ellos que sea de oca…,¿Tiene pasteles borrachos?
Camarero: Si, señor.
Groucho: Pues póngales dos gotitas de amoniaco y se les pasara.
Chico: Y también dos huevos duros.
Hapo hace sonar su bocina repetidamente  e  insistentemente.
Groucho: No sé si es que hay niebla o que tiene que traer media docena más…..Se admiten propinas a bordo.
Camarero: ¡Oh! ¡Si señor!                      
Groucho: Tiene 5 dólares.
Camarero: Si, señor.
Groucho: Guárdelos, no se los gaste, que a lo mejor luego se los pido.

Se va el camarero y vuelve Groucho a entrar en el camarote y empieza la llegada de personajes que llaman la puerta y van entrando en el camarote, dos camareras a hacer  la habitación, el  fontanero a reparar la calefacción , la manicura  a quién le dice Groucho que le deje las uñas cortas que va faltando espacio, el grueso ayudante del fontanero, la mujer de la limpieza a la que la dice que empiece por barrer el techo que es el único sitio libre, una señorita buscando a su tía Micaela, y Grucho cortésmente la invita a pasar para que la busque entre la multitud, y finalmente  los camareros con la cena.

La escena termina cuando Margaret  Dumont, la eterna dama en todas las películas de los hermanos Marx, abre la puerta del camarote y se produce una riada de seres humanos hacia el pasillo.

Sencillamente Genial. Una obra maestra.

Control estadístico de la edificación. (Un procedimiento para que los profesionales de la edificación puedan controlar la salud del ritmo de una obra)

A continuación voy a enunciar un procedimiento que desarrollé y apliqué en los años en los que fui Director Técnico de una importante promotora inmobiliaria.
Con este procedimiento controlaba el ritmo de las obras de nuestro departamento de construcción.
Si el ritmo se salía de este patrón había riesgo de que algo anormal estuviese ocurriendo en la gestión de la obra, y a esas que encendían este termómetro era a las que había que acudir a curar alguna enfermedad.
La duración media de una obra de edificación, son 18 meses.
Mes -18 -17 -16 -15 -14 -13
Producciones Mensuales1% 2% 3% 4% 4% 4%
Producciones a origenen 1% 3% 6% 10% 14% 18%
Mes -12 -11 -10 -9 -8 -7
Producciones Mensuales 4% 5% 5% 5% 6% 7%
Producciones a origen 22% 27% 32% 37% 43% 50%
Mes -6 -5 -4 -3 -2 -1
Producciones Mensuales 9% 9% 9% 9% 9% 5%
Producciones a origen 59% 68% 77% 86% 95% 100%

La serie teórica nos da las medias estadísticas de producción para los distintos meses, de forma que teniendo la producción a origen de una obra, entrando en la tabla con este dato sabríamos cuantos meses faltan para el final, ya que el nº de meses va de -18 a -1. Es decir, la tabla no dice cuantos meses van de obra, sino cuantos faltan.
El primer 30% de la obra comprende: vaciado, saneamiento, cimentación y estructura. A partir de ese momento, quedan aproximadamente 8 meses de obra. Es el periodo en el que se puede acortar el plazo total de la obra, ejecutando con rapidez la estructura.
El 20% siguiente corresponde a la albañilería (cerramiento de fachada y tabiquería) e inicio de instalaciones. Es una fase lenta donde se van iniciando los sucesivos oficios que entran en la obra.
El 50% final constituye toda la fase de acabados, es complicado acortar esta fase ya que 50% en 6 meses es un ritmo muy fuerte difícilmente superable. Se caracteriza porque todos los oficios están a pleno rendimiento.



Para optimizar el plazo de una obra, hay dos actividades que deben iniciarse lo antes posible, en cuanto lo permitan los trabajos de albañilería:
- La instalación de ascensores
- Las instalaciones de garaje
Son dos actividades que no están en el camino crítico de las viviendas, y a veces al retrasar su inicio, se convierten en críticas para el final de la obra, ya que producen muchos remates de albañilería.
El procedimiento se puede aplicar bien a la serie de certificaciones, bien a la serie de producciones o bien a la serie de costes, ya que son conceptos proporcionales entre sí.
En cuanto a los costes indirectos, para su control y que no se disparen, ya que pueden ser los culpables del fracaso económico de una obra, hay que tener en cuenta la siguiente sencilla regla.
Si la producción de la obra es menor del 50%
% de coste indirecto gastado= % de producción ejecutada + 10%
Si la producción de la obra es mayor del 50%
% de coste indirecto gastado= % de producción ejecutada
Así para una obra ejecutada al 25% habremos consumido un 35% de los costes indirectos previstos,
Y para una obra ejecutada al 75% habremos consumido el 75% de los costes indirectos previstos.
Produciéndose la transición de las dos condiciones alrededor del 50% de la obra ejecutada.
En caso de ser mayores los valores de coste indirecto hay que analizar las razones de la desviación para intentar corregirla.
Y en caso de ser menores hay que analizar la obra ejecutada, porque quizás no hay tanta hecha como dicen sus responsables.
Todo esto no es ciencia exacta, sino alarmas de las que hay que estar pendientes mientras vamos desarrollando el olfato de controlar una obra a través de sus números económicos.

Los hermanos Marx en el circo.(Los dos primeros encuentros de Chico y Groucho en Una tarde en el circo)






El jefe de Chico debe dinero a un prestamista, al que le promete que le va a pagar esa misma noche en el tren del circo.

Chico no se fía del prestamista y pone un telegrama a Groucho, el abogado Triquiñuelas, para que acuda en su ayuda.

Jeff que es el dueño del circo le encarga a Chico, que es el chico para todo del circo, que no suba al tren nadie que no sea del circo, que no lleve la chapa identificativa.

Llega Groucho en un taxi a la estación, sale del mismo con intención de alejarse

Taxista: ¡Eh! Maestro. 18,95.

Groucho (Mirando el taxi con indiferencia):18,95….Es caro, yo más de un dólar no puedo darle por él.

Y se va hacia el andén con sus aires de superioridad indiferente.

Saluda a Chico y este le devuelve el saludo efusivamente,  y le dice que ha tenido suerte  en este caso va ganar muchos billetes .

Se dispone Grucho a subir al tren, llevándose la sorpresa de que Chico le sujeta bruscamente.

Chico: Lo siento al tren no se puede pasar sin placa.

Después de algún forcejeo y algunas frases surrealistas

Chico: Me arriesgaré. Aunque esto pueda llegar a costarme el empleo. Le voy a dar una placa, mi placa.

Groucho feliz creyendo que todo está solucionado se dispone otra vez a subir , pero Chico le vuelve a parar.

Chico: ¡Eh amigo tiene usted placa!¡No sabe que al tren hay que subir  con placa!

Groucho se la enseña con aires de suficiencia
Chico (empujando a Groucho y cayendo este de culo a un charco): ¿Quién es usted? Un tío listo. Si esta es del año pasado. Largo de aquí.

Y termina la escena cruzando la pantalla el tren del circo en el que de alguna manera se supone que Chico terminó dejando subir a Groucho.

Una escena genial, que quizás os recuerde otras de cómicos más contemporáneos, pero el valor que tiene es que ellos fueron los maestros, los primeros, todos los demás han tratado de ser sus alumnos.


El hombre cañón  y el enano  roban el dinero al dueño del circo, golpeándolo por detrás y dejándole sin sentido, los tres hermanos van a intentar descubrir los autores del robo.

Lo intentan en una escena genial poco conocida en la que Chico y Groucho visitan en su compartimento al enano de quien sospechan  porque fuma cigarros habanos, y en el lugar del robo encontraron uno.

Van a tratar de conseguir un cigarro del enano para comparándolo demostrar su culpabilidad.

Chico (Dirigiéndose a Harpo ):Tu Puchy  quédate fuera, no abras la boca y deja que hable Triquiñuelas.

Groucho (Dirigiéndose  a Chico): Y tu aplícate el cuento. Que no sospeche que sospechamos de él.

Chico: Yo no diré nada.

Llaman a la puerta y al otro lado hay un niño de unos 7 años repeinado y con un ridículo bigotillo pintado, el compartimento es una pequeña suite de su tamaño y altura a la que entran agachados Chico y Groucho.

Enano (Entreabriendo la puerta): ¿Qué quiere usted?

Chico: Entraremos si  insiste usted tanto.

Enano (refiriéndose a Groucho que entra detrás): ¿Es su amigo?

Chico: Nada de eso, es abogado.

Enano: ¡Ah! Si

Groucho: Le importa a usted mucho.

Enano: ¿Qué les trae por aquí?

Chico: Nada de importancia, tenderle una trampa para que confiese.

Groucho: Eres un hacha general, a eso se llama estrategia.

Chico (orgulloso y sonriente): Soy diplomático ¡Eh!

Chico (enseñándole el cigarro que tienen de prueba): ¿Es suyo esto?

Enano: Claro que no. Donde lo encontró.

Chico: No le importe. Son estas sus huellas dentales.

Enano: No.

Groucho (dirigiéndose a Chico): Bueno Tony nos han derrotado. El hombre  es inocente, (Dirigiéndose al enano) No estará enfadado.

Enano: Claro que no. Chóquela amigo

Groucho: Por cierto se me acabaron los habanos, no tendrá uno de los suyos.

Chico (echándose la mano al bolsillo): Ha tenido suerte aquí tengo uno, y otro para usted y otro para mí.

Enano (apartándose): Voy a por fuego.

Groucho( cogiendo a Chico del brazo):Pero es que tu cabeza es una bola de billar, no te das cuenta que voy detrás de la prueba que nos falta, nos fumaremos estos enseguida y le pediré uno de los suyos.

Chico: De acuerdo.

Coge Chico al enano en brazos y se lo acerca para encender  con él su cigarro y se lo pasa a Goucho para que use también al enano de encendedor.

Este echa el cigarro en la lámpara que cuelga del techo

Groucho (dirigiéndose al enano): A propósito, no podría darme un cigarro de los suyos.

Chico (echándose la mano al bolsillo): Oiga todavía me queda uno.


Groucho: Que comprensivo eres, si te callas conseguiré lo que necesitamos.

Todo esto agachados y golpeándose la cabeza con el techo cada vez que se enderezan.

Chico (dirigiéndose al enano): Eso de golpear a Jeff  y quitarle el dinero no es jugar limpio.

Groucho: Tu padre se debió tirar de los pelos el primer año de tu vida. Ya sé como quitarte de en medio, fúmate un cigarro de los tuyos.

Chico: ¡Eh! Triquiñuelas, creo que ya no tengo más.

Groucho : Que suerte. Ahora podre hacer que confiese. (Dirigiéndose al enano) A propósito, no podría darme uno de sus cigarros.

Chico  (echándose la mano al bolillo): Espere, espere, todavía me queda uno, es el último que me queda pero se lo regalo

Cruzan frases de acusación al enano y hacen una tentativa de despedirse dejando otro cigarro Groucho en la lámpara  y otra vez.

Goucho: Ya me he olvidado los cigarros. (Dirigiéndose al enano). No podía darme uno de los suyos.

Chico: ¡Tenga! Este es el último, tiene usted suerte, porque creí que este estaba en mi otro traje.

Groucho: Ojala estuviese usted  en su otro traje y estuvieran ahora planchándolo, no,…, prensándolo.

Chico: Ya lo había olvidado, este era mi otro traje. Oiga, estos cigarros son habanos, difíciles de conseguir.

Groucho: Yo no tengo ninguna dificultad en conseguirlos con esa plantación que tiene en el chaleco.

Chico: ¡Eh patrón! No consigue ninguna prueba.

Groucho: No, pero pondré un estanco.

Y terminan la escena destrozando el compartimento del enano con dos estornudos de Harpo que ya se había colado en el compartimento y aparecía y desaparecía dándole fuego a Groucho con una caja de fósforos gigantes de medio metro.

Y estas son prácticamente las dos primeras escenas, una obra maestra, que trío.

Cómo el suelo sujeta tus pies.(Una explicación amena y divertida de como funcionan las estructuras de los edificios)

En las próximas líneas, vamos a tratar de entender como funcionan las estructuras de los edificios donde todos nosotros vivimos.
Para  ello, vamos a empezar pensando en una barra de pan tipo chapata, de las que son mas anchas que altas.
Si la sujetamos por los extremos (apoyos) y le pedimos a alguien que apriete hacia abajo con los dedos en el centro de la barra (carga),  estaremos  de acuerdo en que en la parte inferior de la barra  la corteza del pan va a tender  a agrietarse, y en la parte superior se va a apelmazar o comprimir la miga.

Estos movimientos son debidos a que aparecen unos esfuerzos o  tensiones, que son de tracción en la parte inferior de la barra de pan y de compresión en la parte superior.

Juguemos con  la barra de pan, pongamos la barra de canto, de forma que es más alta que ancha, tiene  más canto, más inercia y así aguanta mucho mejor los esfuerzos que le producía  nuestro ayudante al apretar con la mano.

Las estructuras no tienen barras de pan, tienen vigas, que funcionan igual, pero son normalmente de hormigón armado, acero o madera y como la barra de pan cuanto mayor  canto tienen más carga aguantan.

Las de hormigón armado son como una roca artificial fabricada con cemento, grava, arena y agua y que lleva en su interior un esqueleto de acero para aguantar  las tracciones ya que el hormigón por si mismo solo aguanta compresiones como todas las rocas naturales.

En este punto cabe resaltar que todas las construcciones en piedra antiguas estaban diseñadas para que solo hubiese compresiones y por eso jugaban con la geometría utilizando arcos que descargaban la estructura, comprimiendo los apoyos.

Cuando apareció el acero , se laminaron los lingotes haciendo secciones que optimizaban la de la barra de pan, así se utilizo la viga en doble T (con forma de I mayúscula) con dos alas,  una  arriba y otra abajo,  encargadas una de traccionarse  y la otra de comprimirse, separadas por un alma vertical más delgado que las alas.

Las vigas de madera clásicas aguantaban mal las tracciones, se ha mejorado un poco actualmente incluyendo colas o pegamentos potentes en ellas, de todas formas su uso está limitado a las cubiertas de centros comerciales y pabellones deportivos y siempre con grandes cantos.

Si pensamos en el suelo de nuestras casas, podemos asemejar cada habitación a una mesa, cuyo tablero en este caso de hormigón está apoyado  en barras de pan llamadas viguetas, separadas unas de otras unos 80 centímetros y que llevan la carga a otras barras de pan perpendiculares a las viguetas y  más grandes que son las vigas, que están en los laterales de la mesa en lados opuestos , y estas vigas se llevan la carga a las patas que son los pilares, que al llegar al terreno se ensanchan formando como unos pies que son las zapatas.

Todo esto es la base intuitiva, después existen los cálculos matemáticos para dar dimensiones a todas las “barras de pan” en función de la carga que vayan a soportar, para ello se utilizan también coeficientes de seguridad que hacen que pueda aguantar la estructura cargas mucho mayores que las que realmente tendrá que soportar, Y otros coeficientes que minoran los materiales  pensando que son de peores características que las que realmente tienen.

Por lo que para que falle una estructura tienen que darse muchísimas coincidencias desfavorables, y además a nuestro favor está el miedo que tienen las estructuras al vacio, a caerse.

Tierra, arena y barro. El serrín de las rocas.(Unas pequeñas nociones de geología para andar por casa)


Tierra, arena, barro y otras palabras relacionadas con ellas, son utilizadas en el argot popular con no mucha propiedad o exactitud, desde el punto de vista de los significados que un geólogo le podría dar con todo su rigor científico.

Vamos a poner orden en esta familia de palabras y acotar sus significados apoyándonos muy someramente en esa geología donde estas palabras dejan de  ser argot para convertirse en ciencia.

Todo tiene su origen en las grades montañas de granito como las de  la sierra de Madrid, el granito que todos  recordaremos de nuestro bachillerato, se componía de cuarzo, feldespato  y mica.

Esta roca es el origen de las arenas, mediante su transformación física y química,  el feldespato es él que químicamente, por un proceso llamado caolinización se trasforma en arcilla, quedando entonces el granito alterado y con un principio de descomposición que continúan los agentes atmosféricos, en este momento el granito ha pasado a llamarse jabre.

Los granitos son muy diferentes en función de los porcentajes que tengan de cuarzo, feldespato y mica, y  el tamaño de los granos de estos materiales, el feldespato ya hemos visto que pasa a ser arcilla, el cuarzo, son esos granitos duros y de color marfil que hay en la arena y que son los responsables de los rayajos que se producen en los suelos de madera cuando los pisamos con los pies llenos de “tierra”.

Ya salió la palabra tierra que en el argot popular engloba a todos estos materiales sueltos de origen arenoso.

Esta “tierra” se lava con el agua de los ríos llevándose la acilla y quedando la arena de rio típica de las playas fluviales, esta arena cuando se coge en la mano, no se pega a ella y su tacto es más bien áspero porque son básicamente granos de cuarzo con algunas laminillas de mica.

Cuando esta arena quedo enterrada en épocas geológicas pasadas y no pudo lavarse por completo quedo con un porcentaje variable de arcilla y su nombre ahora es arena de miga, la arcilla le da esa plasticidad y capacidad de amasar que vemos cuando un niño pisa un charco con barro dejando las huellas marcadas. El barro es por tanto arena arcillosa con agua.

Cuando lo que queda enterrado no tiene nada de cuarzo ni de mica, solo queda la arcilla elemento utilizado como materia prima de la alfarería, para la fabricación de todo tipo de cerámica, de la misma manera en  el otro extremo, la arena de rio  sin nada de arcilla es la materia prima para la industria del vidrio.

Por tanto según predominen los porcentajes de cuarzo y de arcilla pasaremos según va disminuyendo el primero y aumentado el segundo  de la arena de rio a la arena arcillosa, después a la arcilla arenosa, para terminar  en la arcilla


Hay otras arenas como las de playa, que tienen su origen, en las anteriores  más  todas las partículas que proceden de la erosión y desgaste de todo tipo de rocas, la arena es por tanto a la roca lo mismo  que el serrín a la madera,

Para terminar vamos a hacer un homenaje a la estrella cinematográfica de la familia, las arenas movedizas, actor secundario en muchas películas de junglas y pantanos, estas arenas tienen alto contenido de arcilla y están sumergidas en agua y saturadas de ella de manera que las partículas de arena “nadan” en el agua sin poder establecer un contacto firme entre ellas que les de capacidad de transmitirse, para soportarlo, el peso de los actores que caen en las arenas movedizas, son estas por tanto lo más parecido a un fluido muy viscoso.

Si te ha gustado este artículo te recomiendo que leas Las presas, esas desconocidas que nos dan agua.
http://mgongarcia.blogspot.com/2010/09/las-presas-esas-desconocidas-que-nos.html
o El misterioso amigo Proctor.
http://mgongarcia.blogspot.com/2010/09/el-misterioso-amigo-proctor.html